Hace ya tiempo que venía dándole vueltas a este tema. Lo cierto es que ya hace 6 meses que la televisión analógica dejó paso a una promesa en ciernes que es la Televisión Digital Terrestre. Pero seis meses después casi podemos comprobar que la televisión es como la política (de hecho la televisión es bastante política) y que todo son promesas y muy bonitas sobre el papel. Pero, ¿qué de nuevo nos ha aportado la TDT? Si, hay nuevos canales, nuevas series, pero los mismos programas, las mismas películas y más bien poca innovación.
Si echas una ojeada a los botones del mando a distancia, casi puedes ver que la mitad de los canales que hay son repeticiones, o segundas versiones de otros ya existentes previamente, y que lo que es peor, que intentan colarnos como nuevos. Empezando por las versiones HD de las generalistas y autonómicas (vale, estas no intentan pasar como nuevas, pero tampoco aportan nada nuevo más allá de una mejor calidad de imagen que a determinados niveles de calidad empiezan a resultar ya casi irrisorios) y terminando por las segundas y terceras cadenas de las generalistas. Pensemos en Telecinco, su Factoría De Ficción (FDF) podía haber resultado una buena plataforma para series que no tienen cabida en el canal principal, o nuevas apuestas de esa ficción nacional que otrora le dieron a la cadena de Vasile grandes alegrías y que ahora se carga a diestro y siniestro. Pero en vez de eso, nos hacen tragar reposiciones dobles de capítulos de Los Serrano y de las franquicias de CSI a todas horas, con algún hueco para Mentes Criminales.