jueves, 28 de junio de 2007

De mudanzas en Downing Street


Hoy ojeaba la Voz de Galicia y me hizo mucha gracia como relataban el último día de Tony Blair como Primer Ministro Británico. Pasando el día con Terminator... Menuda manera de despedirse, solo le faltó decir aquello de "volveré"...

Mudanzas en Downing Street, con el sueldo con el que se va, también me iba yo, claro, con la diferencia de que yo no soy Primera Ministra, y sobre todo, y no soy británica: una pensión de unos 94.720 euros anuales y otras 87.000 libras (unos 128.760 euros) anuales para financiar los gastos de su oficina de ex jefe de Gobierno. Ahí es nada...es lo que saco yo en propinas todos los días en la cafetería. Pero sin duda lo que más me llamó la atención fue la comparación hecha por el redactor del periódico con un británico de clase media: "Si en vez de ser Blair se tratara de un británico normal, hoy veríamos a Blair en vaqueros y camiseta metiendo en la furgoneta de mudanzas la guitarra acústica que le regalaron sus ministros durante el último gabinete, echando una última mirada melancólica a la puerta del número 10 y recordando los buenos momentos allí vividos. Porque los malos se los recordará la historia." No me los imagino en plan estampa americana.

Y es que a muchos aun no se nos ha olvidado la fabulosa instantánea de las Azores, aquella de los 3 Mosqueteros. Ahora, a su marcha se lamenta de las condiciones que aforntan diariamente los soldados británicos en Irak; a buenas horas mangas verdes, eso hay que pensarlo antes, y no ahora que ya es fácil una vez que te vas. Aunque tampoco hay que negarle su gran labor en el proceso de paz del Ulster y su política económica que consiguió levantar Gran Bretaña después de recogerla en un desastroso estado, vamos, que no está mal para 10 años de Gobierno si quitamos ese (gran) punto negro de la Guerra de Irak y afinidad con la política internacional de Bush. Estaremos pendientes de ver lo que les depara a los británicos (o a todos, vista la influencia internacional) con su sustituto, Gordon Brown, que promete grandes cambios en su manera de hacer política.

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